Simulación y cognición.

Un simulador permite cometer errores sin caer en riesgos graves. Esta es la cualidad que sin duda me parece más importante, sobre todo cuando se trata de aprender algo que en la vida real, pueda traer como consecuencia de un error, resultados fatales.
Pero cuando el riesgo no sea mayor y la vivencia permita al estudiante adquirir una serie de impresiones físicas, psicológicas y con ello desarrollar habilidades cognitivas, definitivamente es preferible manipular las variables en la vida real.
Este ejercicio por sencillo que pueda parecer a quienes saben y tienen la habilidad para estos programas, desde mi experiencia implica un trabajo constante y de observación, sobre todo porque al no contar con un instructivo de uso, el individuo tiene que ir descubriendo poco a poco las características y funciones implícitas. Un problema más es la posibilidad de frustración en el ususario, misma que ha muchos les parecerá intrascendente, y que sin embargo debería tenerse muy en cuenta para evitar que los estudiantes se sientan impelidos a abandonar la tarea.